sábado, 25 de mayo de 2019

Pista musical "El Tamunangue - La Batalla"







Si el video no funciona bien aquí les dejo un enlace al Youtube para que o vean ahí

https://www.youtube.com/watch?v=024qSoGaPcE  

Esta es la música original, la que se aprendieron y la letra abajo escrita.

                       I
                   En el nombre e' Dios comienzo
                   a pintar un ángel bello
                    En el nombre e' Dios comienzo
                ¡ay co me'!   a pintar un ángel bello
                   Desde la punta del pie 
                   hasta el último cabello
                   Desde la punta del pie
                ¡ay co me'!,  hasta el último cabello 

                      Coro
                   Adora', adora',  adora'
                   adorar a San Antonio   
                   adora' con devocion ¡ay amor! 
                   a mi pade San Antonio

                    II
                  ¿Qué quereis con San Antonio
                   que lo estais llamando tanto? bis
                   San Antonio está en el cielo
                   junto con los otros santos  

                  III
                  Los negros de San Antonio
                  le cantan con alegría
                  y le juegan la batalla
                  con una vara florida

                 IV

                Hasta aqui no más seria
                hasta aqui no más será
                hasta aqui nos trajo el rio
                la corriente y la quebrada

Después de cada estrofa se repite el Coro

viernes, 24 de mayo de 2019

El Tamunangue - "La batalla"


Así es como se baila "la batalla", observen los movimientos de los batalleros

Si no logras reproducir el video aquí mismo, este es el enlace

https://www.youtube.com/watch?v=yfYdOMGE5Is






miércoles, 3 de abril de 2019

Dirigido a mis estudiantes de sexto grado: Lectura complementaria "La estrella de la mañana"


LA ESTRELLA DE LA MAÑANA

            Durante siglos la belleza ha sido representada y nombrada de distintas maneras, y ha sido buscada también. Cuando miramos el cielo podemos observar gran cantidad de puntos luminosos que, según nos ha explicado la ciencia son gigantescos reactores nucleares con formas más o menos esféricas que arden con fulgor extraordinario en el universo, flotando en la inmensidad del espacio y esparciendo su luz por el cosmos.
            Uno de esos puntos de luz podemos divisarlo en horas tempranas o en horas cercanas al anochecer, en nuestra ciudad caraqueña brilla junto al cerro El Ávila en ocasiones, alrededor de las 5 o 6 de la mañana o de 5 a 6 de la tarde aproximadamente. Se trata de la estrella de la mañana, la cual en realidad no es ninguna estrella sino que se trata del planeta Venus dentro de nuestro propio sistema solar.
            Venus es visible durante estas horas aun desde la tierra mostrando un brillo resplandeciente que le hace parecer como la más grande y brillante de todo el cielo, por esta razón desde la antigüedad su nombre ha sido sinónimo de belleza. Venus se le llama también a la deidad griega dedicada a la hermosura,  el amor y la fertilidad; también las civilizaciones de la antigüedad crearon esculturas con forma femenina que denominaban igual "Venus", con las que representaban la fertilidad y dedicaban a sus dioses para que sus pueblos fueran bendecidos con estos mismos dones.
            Si tan solo en la antigüedad hubiesen contado con el conocimiento de la actualidad y este les permitiera observar de cerca el vecino planeta ya no lo relacionarían con la belleza sino con el fuego y el terror, ya que la verdadera razón de su brillo es que sus superficie se encuentra cubierta de volcanes, verdaderos océanos de lava volcánica ardiendo a una temperatura por demás hostil para cualquier forma de vida, acercarse a ese mundo demasiado significaría algo peor que tostarse, sería casi lo mismo que desintegrarse poco a poco ya que la temperatura en su superficie sobrepasa los 400 ° C y nunca baja de allí. Sin duda un lugar donde no quisiéramos estar y nos haría pensar en cualquier cosa menos en belleza.         

Autor: Profesor Luis Torrealba